
Aunque las lesiones de hombro se asocian a menudo con actividades físicas intensas, también son frecuentes en personas que trabajan en oficinas debido a la mala postura, el estrés postural y los movimientos repetitivos. Identificar estas causas y aplicar medidas preventivas puede marcar la diferencia entre un día productivo y molestias crónicas.
Lesiones comunes de hombro en oficinas
En el entorno laboral de oficina, las lesiones más comunes en los hombros incluyen:
- Tendinitis: Inflamación de los tendones por tensión repetitiva o estrés postural. Es común en personas que pasan largas horas escribiendo en el teclado o utilizando el mouse sin una postura adecuada.
- Síndrome de pinzamiento del hombro: Ocurre cuando los tendones o músculos son comprimidos al realizar movimientos repetitivos. Esta lesión puede presentarse en trabajadores que levantan objetos repetidamente, como en labores administrativas o de almacén.
- Dolor miofascial: Provocado por una mala postura mantenida durante largos periodos, como sentarse encorvado frente a una computadora durante jornadas extensas.

Tratamientos conservadores
Para lesiones leves a moderadas, se puede implementar las siguientes opciones de tratamiento no invasivo:
Medicamentos:
- Analgésicos para aliviar el dolor.
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para reducir la inflamación.
Terapia física:
- Estiramientos específicos para aliviar la tensión.
- Ejercicios de fortalecimiento progresivo para mejorar la movilidad y estabilidad del hombro.
- Terapias de calor y frío para reducir el dolor.

¿Cuándo es necesaria una cirugía?
La cirugía puede ser requerida cuando:
- El dolor y la limitación funcional persisten a pesar del tratamiento conservador.
- Se diagnostican lesiones graves como desgarros importantes del manguito rotador o el agravamiento del síndrome de pinzamiento.
- Las lesiones grado 3 o 4 implican daño estructural significativo.
Intervención quirúrgica por artroscopía (lesiones grado 3 y 4):
La artroscopía es la técnica quirúrgica recomendada para lesiones más graves. Este procedimiento consiste en introducir una pequeña cámara a través de incisiones mínimas para reparar el tejido dañado.
Beneficios de la artroscopía:
- Mínima invasión: Reduce el trauma en los tejidos circundantes.
- Recuperación más rápida: Permite volver a las actividades cotidianas en menos tiempo.
- Menor riesgo de complicaciones: Incisiones más pequeñas reducen las infecciones y cicatrices.
Prevención y consejos ergonómicos
Cuidar la salud de tus hombros en el entorno laboral es fundamental. Mis recomendaciones incluyen:
- Adoptar una postura correcta: Asegúrate de que tu pantalla esté a la altura de los ojos y tus brazos formen un ángulo de 90 grados al escribir.
- Realizar pausas activas: Cada 30 minutos, realiza estiramientos suaves para aliviar la tensión acumulada.
- Invertir en ergonomía: Usa sillas con soporte lumbar ajustable y mesas a una altura adecuada.
- Fortalecer tus músculos: Incorpora ejercicios de fortalecimiento para prevenir la debilidad muscular.
La importancia de actuar a tiempo
La prevención mediante ergonomía, pausas activas y ejercicios regulares puede evitar problemas crónicos. Si experimentas molestias persistentes en los hombros, no dudes en acudir a consulta.
¡Vivir sin dolor es posible!