Los desgarros en el manguito rotador ocurren cuando uno de los tendones se desprende del hueso del hombro por sobrecarga o lesión. Existen diferentes grados de la lesión, muchas de ellas no requieren de cirugía si son detectadas a tiempo.
¿Qué es el Manguito de los Rotadores?
El manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que aportan estabilidad y movimiento al hombro.
El tendón del manguito de rotadores es la parte que une estos músculos con el hueso y es común que se lesione o desgarre en deportistas o personas que tienen trabajos que implican el movimiento repetitivo de brazos por encima del hombro, así como personas mayores, debido a desgaste.
Los desgarros pueden ocurrir de dos formas:
– El repentino o agudo, que sucede cuando se realiza un movimiento brusco o se tiene un accidente, golpe o caída
– El crónico, que ocurre con el paso del tiempo debido a lesiones como tendinitis o inflamación del tendón.
Existen dos tipos de desgarro:
– El parcial que es cuando las conexiones que unen el tendón al hueso no se rompen (Grado 1)
– El completo, donde la rotura es total y el tendón se desprende de hueso (Grado 2).
Por lo general, la lesión puede iniciar de forma parcial, pero con el paso del tiempo puede irse expandiendo hasta convertirse en una rotura total si no se trata.
Los desgarros del manguito rotador no sanan por sí mismos, es decir, que no se vuelven a unir.
Sin embargo, se puede retomar el funcionamiento del mismo en muchas ocasiones sin recurrir a cirugía. Ahí la importancia del diagnóstico y tratamiento oportuno.
Los síntomas más comunes de desgarro del manguito de rotadores son dolor en la parte externa del hombro que en ocasiones se recorre por el lado del brazo hasta el codo, con dificultad o limitación para mover el brazo hacia arriba y hacia los lados. Lo que afecta actividades diarias como dormir sobre el hombro afectado o levantar objetos por encima de la cabeza, peinarse o vestirse.
Para diagnosticarlo, es necesario realizar un examen físico con un especialista, así como estudios de diagnóstico por imágenes como la resonancia magnética, que permite obtener imágenes de tejidos blandos del cuerpo como lo son articulaciones, tendones y músculos.
Si la lesión es un desgarro parcial leve o inflamación, el tratamiento comúnmente será conservador con la toma de medicamentos antiinflamatorios, reposo, infiltraciones y fisioterapia.
Cuando el tratamiento conservador no ha funcionado y el paciente tiene dolor y limitación del movimiento que afecta su vida diaria, podemos considerar que nos encontramos ante un desgarro que requiere cirugía y reparación, generalmente realizada mediante artroscopia.
Esta última es una técnica que le permite al médico especialista ver y restaurar el tendón gracias a una minúscula cámara que es introducida al cuerpo por medio de pequeñas incisiones.
No todas las lesiones se operan, acude a consulta con un especialista.
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